domingo, 12 de abril de 2009

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martes, 7 de abril de 2009

Levántate y anda

(Leer primero Juan 11:1-43)
Resumen: Un hombre llamado Lázaro de Betania muere y después de cuatro días Jesús lo resucita diciendole: "Lázaro, ¡Levántate y anda!"

Hoy en día muchas personas sufren de angustias, preocupaciones y muchos se encuentran depresivos, postrados en una cama, "muertos" en vida.
Quizás sea éste tu caso o quizás el caso de un ser querido. Pero no todo está perdido, hay una solución.
Desde el versículo 38 al 44 encontramos tres puntos muy importantes a destacar:

1) Versículo 38-39 (Versión lenguaje actual): "Pero Marta le dijo: -Señor, hace cuatro días que murió Lázaro. Seguramente ya huele mal."
Quizás hace mucho tiempo que estás viviendo una vida con depresión o angustias constantes, pero no desesperes, hay una solución a todo esto. Si nos fijamos en el punto número 2 encontraremos la respuesta...

2) Versículo 40: "Jesús le contestó: -No te dije que, si confías en mí, verás el poder de Dios?"
Solamente poniendo tu confianza o tu fe en Jesucristo volverás a vivir. Volverás a tener una vida feliz; y si nunca la tuviste, este es el tiempo. Entregá todas tus aflicciones y malos sentimientos a Dios, para que él los convierta en paz y felicidad.
Veamos ahora el punto número 3:

3) Versículo 43: "Después de esto, Jesús gritó: <<¡Lázaro, sal de ahí>>". En otras versiones dice: "¡Lázaro, levántate y anda!"

Ahora cambiá el nombre de Lázaro por el tuyo... Jesús te dice: Levántate y anda. Levántate de esa cama y sé feliz de una vez.
Para tener a Jesucristo en tu vida y ser feliz, hacé esta oración, de corazón: Señor Jesús, yo te acepto como mi Dios y mi Salvador personal; te entrego todas mis angustias y mis aflicciones. Haz de mi una nueva persona a tu lado, cambia mi vida. Amén.
Si hiciste esta oración, seguramente Dios la escuchó, él no rechaza a nadie. Desde ahora en adelante tu vida comenzará a ser diferente, si lo buscas a él.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Sendas Dios hará donde piensas que no hay

(Éxodo 14)
Estando el pueblo de Israel prisionero en Egipto, Dios los libera de la esclavitud de este pueblo. Y anunciaron al rey de Egipto que el pueblo de Israel ya se había marchado, entonces el Faraón y su gente pensaron: ¿Qué vamos a hacer ahora que se marcharon los israelitas?, ¿Quien nos servirá?
Entonces tomó seiscientos carros, cada uno con sus caballos y guerreros y los fue a buscar por el desierto.
Los israelitas se dieron cuenta que los egipcios venían tras ellos y sintieron mucho miedo. Entonces clamaron a Dios; y Moisés les dijo: "No se asusten, permanezcan firmes y verán de que manera los salvará Dios. Miren a esos egipcios, que nunca más los volverán a ver."
No tenían escapatoria; detrás venían los egipcios, delante tenían el Mar Rojo y a los lados puro desierto.
Entonces, Moisés, extendió su mano sobre el Mar Rojo y éste se abrió en dos y los israelitas pudieron cruzar por en medio del mar. Luego dijo Dios a Moisés: "Extiende tu mano sobre el mar y las aguas se cerrarán y ahogarán a los egipcios y a sus caballos." Y así sucedió.
Quizás estás en la misma situación que estos israelitas, con los problemas que vienen persiguiéndote y parece que no hay escapatoria, pero debes saber que Dios puede ahogar los problemas de tu vida, como lo hizo con los egipcios.
Sendas Dios hará donde piensas que no hay...

El perdón de Dios

Ultimamente vemos por TV todo lo que sucede, no solo en nuestro país, sino en el mundo.
Vemos como la gente es asaltada, violada, maltratada y como sufren todo tipo de abusos, como los delincuentes matan sin control y muchas otras noticias que los medios nos ofrecen todos los días.
La gente me pregunta si es posible que Dios pueda perdonar tales cosas, yo siempre respondo que sí, Dios perdona todas las faltas o pecados que cometemos a diario. Cualquiera sea el pecado y cualquiera sea la persona que lo comete.
En el evangelio de Juan, capítulo 3, versículo 16 dice: "Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." (R.V. 1960)
Dios no amó solamente a Mateo, Marcos, Lucas o Juan. Dios amó al MUNDO y en este mundo estamos incluídos nosotros.
No importa quien seas, no importa lo que hayas hecho, Dios te ama y quiere tener un real encuentro con vos. Ábrele la puerta de tu corazón, la puerta de tu vida y veras que tu vida cambiará para siempre y nunca más volverá a ser igual.
No pienses que todo está perdido, pídele en oración, de corazón, con fe y verás como todo comenzará a cambiar.
No te olvides de esto: Jesús te ama y te está buscando. Recíbelo.